Los bancos de alimentos son organizaciones de distribución de alimentos sin fines de lucro que ponen los excedentes de alimentos sanos a disposición de personas que pasan hambre. En más de 80 países de todo el mundo, el modelo se adapta de forma innovadora para abordar los retos, las culturas y los sistemas alimentarios propios de cada comunidad. Por ejemplo, algunos bancos de alimentos se asocian con granjas para recuperar productos frescos o utilizan un modelo virtual para conectar directamente a productores y minoristas de alimentos con organizaciones comunitarias y proporcionan tarjetas bancarias que pueden utilizarse para comprar alimentos a vendedores locales.
Ofrecemos la información, el espacio y las conexiones necesarias para garantizar que los bancos de alimentos del mundo tengan una voz en las conversaciones globales hacia un cambio duradero de los sistemas alimentarios.
Garantizamos que los bancos de alimentos dispongan de los recursos necesarios para funcionar de forma óptima, expandirse responsablemente y responder a imprevistos que se presenten.
Creemos que los líderes locales son quienes mejor conocen sus comunidades. Existimos para apoyar sus soluciones visionarias a la inseguridad alimentaria y el cambio climático.
Nuestras alianzas estratégicas sustentan todo lo que hacemos, haciendo que la Red sea más eficaz e impulsando la concienciación mundial sobre el poder del modelo de bancos de alimentos.
Los miembros de la red de bancos de alimentos son organizaciones independientes y dirigidas localmente que comparten un propósito y una visión comunes. Respaldamos a estos socios y apoyamos su eficacia.
Nuestro enfoque para paliar el hambre siempre se basa en datos y se centra en los resultados.